Se incentiva individualmente a los alumnos en las clases de instrumento. Aprenden cómo expresarse musicalmente, cómo ser auto-críticos y cómo presentarse seguros de sí mismos delante de otros. El espíritu de equipo se fortalece en las orquestas y los coros. Los alumnos aprenden a analizar las interpretaciones juntos, a escucharse el uno al otro y a fusionarse en un único cuerpo de sonido .
Hacer música abre perspectivas a los niños y adolescentes lejos de la violencia, pobreza y drogas. Así, se van desarrollando las competencias individuales como la paciencia, resistencia y sensibilidad. Además, las competencias cognitivas como la capacidad de concentración y la capacidad intelectual abstracta, mejoran. Los adolescentes avanzados pueden dar clases en el proyecto. Les ayudamos a desarrollar su carrera musical a través de varias ofertas y la posibilidad de estudiar en institutos internacionales.
Arpegio hace posible el acceso a la educación cultural para niños y jóvenes de todos los estratos sociales. La orquesta y el coro forman el centro del proyecto. En los diferentes conjuntos, los integrantes no sólo crecen de manera artístico-musical, sino que se unen también más allá de sus límites sociales.
En el trabajo musical de grupo, los alumnos de la Asociación cultural Arpegio adquieren competencias sociales como la solidaridad y el respeto.
El área de trabajo social facilita la integración de las familias en las diferentes actividades sociales.